Aprendiendo a disfrutar la vida

Hola hola mamás!!

Como ya muchas saben, después del nacimiento de mi segundo hijo, pasé el periodo más retador de mi vida, pues me enfrente a una situación que consideraba totalmente ajena a mí de acuerdo a mi tipo de personalidad y antecedentes. Me dió depresión post parto. En otro post he hablado más a profundidad del tema, pero hoy decidí traerlo nuevamente a la mesa, pues siento que a través de esa experiencia aprendí a valorar muchísimo más el gozo que puedo sacar de cada detalle del día a día.

Aprendí a encontrar aquellas cositas chiquitas que me traen felicidad y me llenan el alma, y a romantizar la vida al máximo. Realmente entiendo, y nuevamente, lo digo no sólo como médico, sino también porque lo he vivido en carne propia, que la salud mental no requiere solo de actitud y querer salir de ahí, pues realmente hay un componente biológico y químico que no podemos controlar solo con quererlo, sin embargo, sí considero que la actitud con la que enfrentamos cada día tiene repercusiones gigantes en la forma en que nos sentimos y la luz que podemos traer a otras personas.

A mí personalmente me funciona mucho hacer un diario de agradecimiento en las mañanas, pues me ayuda a empezar el día enfocándome en las cosas que tengo a mi alrededor que me llenan el alma. He trabajado mucho para que mi rutina de la mañana esté llena de paz, y aunque tengo dos hijos, ellos no son un impedimento para lograrlo. Quizá en lugar de hacer abdominales o yoga salgo a caminar con ellos, o en lugar de tomar un café en el balcón lo hago en el sofá mientras ellos juegan, pero desde ese momento inicial del día priorizo los pequeños actos o rituales que sé que me van a ayudar a tener una mentalidad despejada y positiva por el resto de la jornada.

También siento que en mi caso en particular, tener un plan del día, llevar un calendario organizado y tener claridad de las cosas que debo hacer y los objetivos a cumplir, me ayuda a estar en paz, pues sé que a pesar de las múltiples facetas que tiene mi vida en este momento, por medio del orden puedo cumplir con todas mis responsabilidades y realmente disfrutar de cada uno de los roles que tengo. Hacer esto me permite estar con mis hijos en cuerpo y mente cuando estoy con ellos, y darles realmente tiempo de calidad a pesar de algunas vez no tener tiempo en cantidad. Me ayuda a ser más productiva en lo laboral, pero además me ayuda a ser mejor amiga, hermana, hija y esposa. Darle a cada aspecto de mi vida un momento específico y planificar todo con tiempo fue la única forma que encontré para bajar el nivel de estrés y realmente permitirme disfrutar de cada detalle. Antes estaba en todas partes y en ninguna a la vez.

Finalmente, he aprendido a estar más presente, a vivir el momento y no saltarme el presente por estar siempre pensando en el futuro. Aprendí a disfrutar de lo que hago, con los desafíos físicos y mentales que mi labor conlleva. Aprendí a resolver los conflictos de forma más tranquila, pues puedo racionalizar más los temas, pensar con más calma y realmente dar la importancia merecida a cada cosa.

Esta es una invitación a disfrutar la vida, disfrutar lo que nos rodea, aprovechar un día soleado para salir a respirar un poco, gozar de una buena conversación con un ser querido y sobre todo dedicar tiempo de calidad a nuestros hijos, finalmente ellos son capaces de traernos la mayor dicha.