La maternidad es un privilegio, no un sacrificio
- Camila Rodriguez
- 29 abr
- 2 Min. de lectura
Hola hola mamás!!
Honestamente hoy vengo con un post un poco en forma de crítica, y es que en esta tendencia que tenemos de ser "mamás reales" hemos caído como en la trampa de dar como un contexto bastante negativo a la maternidad.
Siento que hemos caído en la rutina de resaltar un montón en cansancio y los retos de la maternidad, pero se nos está olvidando un poco todas las bendiciones y los momentos mágicos que vienen con ella.
Poder acostar a tus hijos por las noches, a pesar de estar rendida porque tuviste un día súper pesado en el trabajo no es solamente un privilegio, sino que es un honor gigante. Esa personita llena de luz, ese ser mágico y tan especial, siente en tí un espacio seguro, te ve como una figura de confianza, de paz, y gracias a eso es capaz de descansar a tu lado.
Que honor tan grande el ser madre y todas las responsabilidades que esto conlleva. Que honor saber que tengo en mis manos la responsabilidad de forjar el caracter de una persona, de inculcar en mis hijos todos los principios y valores que quiero ver reflejados en ellos al crecer, que tengo en mis manos su infancia, y sobre todo, que gran parte de lo que yo haga hoy en día definirá en gran medida quienes serán en el futuro y lo grandes que puedan llegar a ser.
Ser mamá real también es reconocer que la maternidad es nuestra mayor alegría, que a pesar de sentir que no podemos más queremos darlo todo por ellos, que a pesar del miedo que todas sentimos en algún momento, delante de ellos somos el más grande héroe, que detrås de cada momento de angustia viene una sensación de satisfacción personal al superar cada pequeño reto.
Hoy mi esposo, que quiero recalcar que es un excelente papá, súper involucrado y quien además, como yo estoy terminando el internado de medicina ha tenido que compensar en los momentos en que yo desafortunadamente no he podido estar, me dijo "yo tengo que hacer esto todas las noches", un poco en forma de reproche. Ojo que nuevamente digo, él es un gran padre y disfruta un montón ese rol, sin embargo, hoy cayó en la trampa que menciono y desafortunadamente me abrió los ojos de una manera brusca a esta realidad; me hizo reflexionar respecto a este tema tan cruel y tan de tendencia.
Que triste ver esto como un item más en la lista de cosas por hacer. El poder bañar a nuestros hijos, pasar un tiempito de calidad con ellos, leer un cuento, hacer una oración antes de dormir, son momentos que debemos aprovechar al máximo, porque cada vez se vuelven más y más escasos. Nunca debemos olvidar que la maternidad es una bendición que jamás debemos dar por sentado.
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