TIEMPO DE CALIDAD SOBRE TIEMPO EN CANTIDAD
- Camila Rodriguez
- 10 nov 2024
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 12 feb
Hola hola mamás!
Hoy quiero hablar sobre un tema que me costó mucho entender cuando me convertí en mamá y que realmente ahora me ayuda muchísimo a disfrutar de todos los otros aspectos de mi vida y me ha permitido volver a encontrarme conmigo misma, y a sentirme bien mientras trabajo para alcanzar todos mis otros objetivos.
Es muy fácil perdernos en el encantador mundo de la maternidad, y a muchas, pues sé que no soy la única, nos pasa que sentimos que debemos ser quien se encarga del cuidado de nuestros hijos el 100% del tiempo.
Cuando nació mi primer hijo, pasé muchos días prácticamente sin dormir, pues en las noches sentía pánico del síndrome de muerte súbita del lactante (sobre el cuál pueden aprender en mis recursos educativos), y en el día, no quería que nadie más lo cuidara para yo poder dormir. Simplemente me daba ansiedad pensar que no estabamos en el mismo cuarto, o que depronto él sintiera que mamá no estaba pendiente. Creía erróneamente que una buena madre era sencillamente abnegada y dedicada en su totalidad al cuidado de sus hijos.
Llegué al punto en que realmente me costaba ir al baño mientras estaba sola con el bebé, pues me daba angustia ponerlo en la cuna y pensar que depronto se sintiera solo, aún cuando él no estuviera llorando.
Claramente por lo que les cuento, pueden ver que la situación era completamente problemática, y que evidentemente mi salud mental no estaba en su mejor momento.
También siento que este comportamiento era muy fundamentado en el miedo y la culpa que sentía, pues sabía que una vez terminada la licencia de maternidad, tenía que volver a la clínica, volver a pasar horas estudiando, y por ende, iba a tener que delegar el cuidado de mi bebé. En el fondo, esto me hacía sentir como una mala mamá.
Hoy con la experiencia he podido aprender muchísimas cosas al respecto, y mi forma de maternar dió un giro absurdo, gracias a lo cual, no solo puedo disfrutar muchísimo más de mi rol como madre, sino que también les estoy entregando a mis hijos una mamá feliz, una mamá que juega con ellos, una mamá saludable y de buen humor.
Por un lado, eliminé esa idea de tener que pasar todo el tiempo con ellos como marcador del éxito en la maternidad. Está bien desempeñarnos en otros hábitos, el ser mamá no implica tener que dejar todo lo que somos de lado. Adicionalmente, en mi caso, sé que quiero darles a mis hijos una vida llena de oportunidades, y que para poder hacerlo, debo trabajar y poder proveer para ellos.
Por otro lado, y como mencioné antes, creo firmemente que es muchísimo mejor para mis hijos que mamá se sienta bien, que mamá pueda descansar y tener tiempo para ella, de tal forma que cuando estoy con ellos puedo ser una figura de paz, una figura de comfort, y no una loca cansada y malgeniada, sencillamente por dejarme a mí misma de lado.
Finalmente, aprendí que realmente vale mucho más la calidad del tiempo que paso con ellos que la cantidad del tiempo. Es muchísimo más significativo pasar algunas horas al día dedicándoles el 100% de mi atención y conectando a profundidad con ellos, que pasar todo el día con físicamente con ellos, pero mentalmente viendo cosas en el celular, o con la mente en otra parte.
Es muy triste ver como muchas veces las mamás en el parque están todo el tiempo en el celular, o hablando con otras mamás, y se olvidan de conectar con sus propios hijos. Recordemos que están en una etapa de crecimiento y desarrollo, y que necesitan de guía y comprensión, y para poder ser este polo a tierra para ellos, es importante que los conozcamos y reconozcamos a diario. Es importante saber que les gusta, que les incomoda, que desafío están enfrentando, como va su neurodesarrollo, etc. La única forma en que podemos asegurar esto es mediante el tiempo de calidad.
Espero que mi experiencia pueda servirles como ejemplo, y quiero aclarar antes de terminar que, como siempre, estoy contando simplemente lo que me ha funcionado a mi con mi familia, sin embargo, refuerzo la idea que cada mamá debe seguir su instinto, leer a sus hijos y hacer lo que funcione para ellos. Cada familia es un mundo diferente.
Un abrazo
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